Fiel caballero andante, por su elegancia tenido. Siempre firme en sus ideas, lo atrapó el coronavirus.
Su entusiasmo inigualable, su sonrisa, su cariño, rebosaban a su paso, para todos un amigo.
Por qué Jaime, te marchaste, la orfandad nos ha venido, ayúdanos desde el cielo a no perder el camino